Solzhenitsyn

“Los dirigentes bolcheviques que tomaron Rusia no eran rusos, ellos odiaban a los rusos y a los cristianos. Impulsados por el odio étnico torturaron y mataron a millones de rusos, sin pizca de remordimiento… El bolchevismo ha comprometido la mayor masacre humana de todos los tiempos. El hecho de que la mayor parte del mundo ignore o sea indiferente a este enorme crimen es prueba de que el dominio del mundo está en manos de sus autores“. Solzhenitsyn

Izquierda-Derecha

El espectro político Izquierda-Derecha es nuestra creación. En realidad, refleja cuidadosamente nuestra minuciosa polarización artificial de la sociedad, dividida en cuestiones menores que impiden que se perciba nuestro poder - (La Tecnocracia oculta del Poder)

viernes, 12 de septiembre de 2014

Instituto Tavistock (VII): Sacrificio ritual de Kennedy (Matar al rey)

Viene de aquí.

Matar al Rey

La gran mayoría de la población mundial escucha música, pero sólo una minoría muy pequeña entiende de verdad lo que quiere decir la letra en realidad y el efecto que tiene en quien la escucha. Muchas de las canciones que más se oyen y que se colocan en los primeros puestos de las listas tienen un significado y una influencia muy importantes. Muchas de ellas contienen referencias al satanismo o a lo oculto y a otras temáticas espirituales en forma de letras, simbolismos y demás referencias que por lo general se ignoran.

Lo que voy a contar a continuación es posible que impresione tanto al lector que a lo mejor debería pensar dos veces antes de seguir leyendo. Queda advertido. No es necesario que lo crea, pero si está preparado para rechazarlo, por lo menos concédame el favor de leerlo hasta el final, una sola vez.

PALABRAS QUE USAMOS

Hay palabras o nombres que son muy comunes y que se usan mucho en las canciones más oídas. En ocasiones se encuentran escondidas en el estribillo o en las frases «pegadizas» de la melodía. Vamos a echar una ojeada a varias canciones. Verá cómo empieza a advertir una pauta. Estamos en un auditorio abarrotado de gente. Se apagan las luces y la cámara enfoca de cerca a dos personas que hay en el escenario: un blanco que lleva puesta una gorra de béisbol roja y un negro tocado con una boina blanca que no deja de decir tacos. «De qué coño estás hablando?», grita el negro. El blanco da unos pasos por el escenario, despacio, y se detiene. «Si vuelvo, ¿sabes qué nombre me voy a poner?», responde a su amigo.
«¿Qué nombre te vas a poner?», pregunta el de la boina blanca con actitud de chulo.
«Rain Man», contesta el rapero blanco, que lleva el nombre artístico de Eminem. A continuación se oye un fuerte redoble de batería acompañado de una música que viene de lo alto. «Levantad las manos», grita Eminem gesticulando como loco al público, que se ha quedado aturdido a causa del ruido y de la excitación del momento.
«Decid Rain Man», le grita Eminem a la gente.
«Rain Man!», vociferan a su vez las más de cincuenta mil personas concentradas en el estadio de los Yankees de Nueva York, con las manos en alto, agitándolas adelante y atrás. A lo largo de los cuatro minutos siguientes, los músicos del escenario pronuncian más de cuarenta veces las palabras «Rain Man», y la multitud enfebrecida las repite otras tantas veces. Entretanto, los dos cantan al unísono:
¿Me consideras ofensivo?
Yo te considero ofensivo por considerarme ofensivo. '
[...]
Mi nombre no iba a ser el adecuado para aquello en que me convertí con este grado de fama.
Mi alma está poseída por un Diablo, y mi nuevo nombre es...Rain Man
Más adelante, en la canción Old Time's Salee [Por los viejos tiempos], Eminem vuelve a tocar el tema recurrente:
Hablando del Diablo, es un ataque del Rain Man.
Sierra eléctrica en mano.
Manchas de sangre en mi delantal.

De hecho, Eminem es uno de los muchos artistas sumamente populares y que hacen música para el gran público y que mencionan en sus canciones a un tal Rain Man. Hay otros que utilizan este mismo leit motiv en sus actuaciones, como Rihanna en su canción Umbrella, en la que las palabras raín [lluvia] y umbrella [paraguas] aparecen en el estribillo y a lo largo de toda la letra, acompañadas de imágenes de la cantante y de su cuerpo de bailarines empapándose en la lluvia que cae.

Y también otros, como el rapero Fat Joe Feat y su Malee it Ram, un individuo que se llama Savage y su Wild Out, Black Stone Cherry y su popular interpretación de Blind Man y Jamie Foxx con su particular versión de Rain Man.


¿Es una coincidencia que tantos artistas del público de masas incluyan en sus canciones a un individuo llamado «Raín Man»? ¿ O es que aquí hay algo más de lo que se aprecia a simple vista? Vamos a examinar más detenidamente la letra. Foxx canta lo siguiente en el estribillo:
Libérame. Ohhhh uhh ohhhh. Ohhhh uhh ohhhh.
Rain Man, Rain Man, Raín Man.
Raperos como Game, en su canción Cali Sunshine dicen lo siguiente:
Con más culo es delicioso. Ése es para mí el sabor del amor.
Hacemos que llueva como Rain Man, cuando jugamos con el guante.
En Jay-Z Feat. En la canción Anything de Usher & Pharrell se dice:
Baile de aficionada en la barra vertical.
Ven y coge el dinero.
Me llaman Rain Man,
Ella intentaba hacer la danza de la lluvia.
Los raperos no son los únicos que utilizan el término «Rain Man» en sus letras. También lo menciona el grupo de heavy metal W.A.S.P. en su tema The Burning Man:
Rain Man en llamas desde las profundidades del infierno.
La canción de Bob Dylan titulada Stuck Inside of Mobile with the Memphis Blues Again, que aparece en el álbum de 1966 Blonde on Blonde, dice:
Entonces Rain Man me dio dos remedios.
Luego me dijo: entra, rápido.
Y nuevamente en I wanna be your lover:
Y llega el Rain Man con su varita mágica,
y el juez dice que Mona no puede tener ninguna atadura.
El artista de hip hop Ya Boy rinde tributo a Rain Man en la banda sonora que lleva ese mismo título:
Eh, todo el mundo dice: señor Rain Man, ¿podría mandarnos un día de lluvia?
Traed un paraguas, por favor, traed un paraguas...
La antigua estrella de la música country Tanya Tucker también canta a Rain Man en Lizzie and the Rain Man:
Pero había una tal Lizzy Cooper, que decía que él era una mentirosa.
Dijo: te haces llamar Rain Man, pues debería darte vergüenza.
Más adelante las cosas se ponen interesantes de verdad, se vuelven muy explícitas, se dicen de frente. Por ejemplo, esto es lo que dice la canción D 'evils de Jay-Z:
Querido Dios. ¿De verdad eres capaz de salvarme?
Los Illuminati quieren robarme la mente, el alma y el cuerpo...
Querido Dios. ¿De verdad eres capaz de salvarme?
Sociedad secreta. Intentan vigilarme de cerca...

Y para Tupac, quien fue asesinado:
Hay quien dice que esperan que los Illuminati se lleven mi cuerpo y lo duerman.
Los negratas de la fiesta, con sus chutes, son tan pendencieros como yo.
Una estrella del rap, Fatboy Slim, también los menciona en su canción titulada Illuminati:
Illurninati, es una sociedad secreta que realmente existe,
Illuminati-ti-ti-ti-ti-ti.
Y LL Cool J en el tema I Shot ya:
Los Illuminati quieren mi mente y mi cuerpo. Sociedad Secreta.
Intentan vigilarme de cerca.
Bien, pues en lugar de leer estas letras por diversión, hágase la siguiente pregunta: ¿Qué pasaría si lo que están cantando estas personas fuera verdad? ¿Será que alguien está intentando decirnos algo, por increíble que nos parezca, como lo haría Tavistock, a la cara, que es como mejor se ve? ¿Será que estas personas que intentan decirnos algo son las mismas sociedades secretas y los mismos institutos lavacerebros que tratan de controlar el mundo desde las sombras? ¿Y si yo le dijera que no existen las casualidades en el mundo de los espías y de las sociedades secretas, en el mundo del humo y de los espejos, en el universo paralelo donde el Gobierno pone en acción sus verdaderos fines a escondidas? Pues lea la letra que sigue a continuación, tomada de la canción Illuminati de Prodigy:
Tardé treinta y tres años en ver la verdad, que tan clara estaba.
Era demasiado joven y no sabía expresarme correctamente.
Pero ahora voy a contarlo todo, voy a divulgarlo, no es una teoría. La conspiración es real. Quieren ponerme una camisa de fuerza, meterme en un cuarto acolchado y decirle al mundo que hay doce monos, para crear confusión.
Los Illuminati quieren mi mente, mi alma y mi cuerpo.
Son una sociedad secreta que intenta vigilarme de cerca.


¿Por qué razón iban todos estos raperos, supuestamente incultos, estos cantantes de música country y rockeros a nombrar en sus canciones a los Illumínati, el Nuevo Orden Mundial, Rain Man y Umbrella? De hecho, es algo que se está volviendo cada vez más habitual y frecuente. Esto es lo que dice un rapero llamado Puff Daddy Feat:
Los negratas que murieron en el campo y todos los niños nacidos saben que no están del todo preparados para el Nuevo Orden Mundial.
Y estas referencias no aparecen únicamente en letras de canciones. Los vídeos musicales también están llenos de símbolos masónicos y de ocultismo. Los que más se ven son el Ojo de la Providencia y la pirámide en distintas formas, por no mencionar el suelo masónico de baldosas blancas y negras.

No resulta difícil imaginar lo que es el Nuevo Orden Mundial, y de los Illuminati hemos oído hablar, en parte gracias a las populares novelas de Dan Brown; pero, ¿quién es Rain Man?

¿POR QUÉ A LA VISTA DE TODOS?

Es posible que usted se esté preguntando por qué, si de verdad existe una conspiración silenciosa para controlar el mundo, los supuestos Amos del Universo, en lugar de ocultarla, optan por fomentarla por medio de canciones, vídeos y películas de Hollywood. Lo cierto es que a las sociedades secretas les encanta ocultar las cosas a la vista de todo el mundo.

Y no sólo sirviéndose de vídeos y letras de canciones. ¿Y si yo le dijera que el asesinato de Kennedy fue un sacrificio ritual, lo que en el mundo de lo oculto se conoce como «Matar al Rey»?

¿Y si yo le proporcionara pruebas suficientes que demostrasen que esto es así, pese a la versión oficial de los hechos, según la cual al presidente lo mató un asesino solitario con una bala mágica?

Para comprender el asesinato de Kennedy y ubicarlo en el mundo del control mental de Tavistock, las sociedades secretas, la conspiración para crear un Solo Mundo y el ocultismo de los nazis, deberá abrir las puertas de la percepción, entrar en el -amundo de lo desconocido y cambiar la manera de mirar los detalles y las fantásticas convergencias que se dan en la vida. Así era como percibían el mundo los antiguos. Abarcaban una visión que detecta todo vínculo y símbolo, empezando por la importancia de los nombres, y después de los lugares, que necesariamente debían incluir datos de latitud y longitud así como las divisiones en grados que figuraban en la geografía y en la cartografía; y luego, las acciones obsesivas que nacen de la confluencia de ambos y que han terminado conociéndose como los rituales.

Los símbolos y las referencias de otro tipo pueden ser flagrantes o captadas de forma inconsciente, pero en estado consciente no son percibidas a simple vista. En las películas y los vídeos, esta clase de mensajes subliminales se hace llegar por medio de escenas que contienen breves fotogramas de luz y oscuridad que alternan con rapidez.

En ocasiones, el simbolismo es descarado y muy fácil de identificar, pero como el significado de las referencias que subyacen resulta desconocido para la mayoría, el cerebro se limita a filtrarlo por considerarlo insignificante y sin sentido. Sin embargo, no carece de sentido en absoluto. Se quedará usted de piedra al ver de qué forma tan implícita se organizó el asesinato de Kennedy, a pesar del aparente caos y desconcierto de las escenas.

Para entender los misterios de las sociedades y símbolos secretos, sería de ayuda tener en cuenta un aforismo de la Física de Einstein que dice lo siguiente:
«Las relaciones temporales que existen entre los sucesos, supuestamente responden, en primer lugar, a las relaciones físicas concretas que se producen entre ellos.» 
Las sociedades secretas, las logias masónicas, las sectas y los espías utilizan símbolos secretos para mostrar cuál es su afiliación. En las «actuales» circunstancias, el eterno psicodrama pagano se magnifica, precisamente porque la hechicería no es algo que el hombre del siglo XX pueda aceptar como real.

Téngase en cuenta que el objetivo en última instancia del asesinato de John Fitzgerald Kennedy no era político ni económico, sino un acto de hechicería, porque en este panorama global de mentiras, crueldad y degradación, la fuerza que todo lo puede reside en el control de la mente soñadora y el dominio de sus fuerzas. No hay que olvidar que una vez que se ha esparcido el virus letal, la enfermedad se encargará de lo demás.

Algo murió en el pueblo estadounidense aquel 22 de noviembre de 1963, llámese idealismo, inocencia o búsqueda de la excelencia moral. El auténtico motivo y la razón del asesinato de Kennedy fue la transformación de los seres humanos.

Cuanto más se estudia el control mental, las sociedades secretas y lo oculto, más se comprende la sutileza y el simbolismo que se esconden bajo la llamada «ciencia de los nombres»; la brujería de las palabras que subyace en el trasfondo del asesinato de Kennedy.
«El asesinato de JFK se encuentra con esta ciencia de modo decisivo, y contiene una verdadera pesadilla de complejos símbolos relacionados con la violencia, la perversión, la conspiración, la degradación y la muerte.» [1]
Veremos a continuación el caso más de cerca.

MATAR AL REY

El clásico de James Shelby Downard, de la cultura underground, Sorcery, Sex, Assassination and the Science of Symbolism [Hechicería, sexo, asesinato y la ciencia del simbolismo], vincula diversos sucesos históricos de Estados Unidos con un grandioso plan oculto de varias sociedades secretas. Su obra de investigación, que habla de las sorprendentes conexiones en el asesinato de Kennedy, aún no ha encontrado parangón tras la muerte del autor. Downard escribió:
«El presidente Kennedy y su esposa salieron de Temple Houston y fueron recibidos a las doce de la noche por una multitud incansable que había acudido a Fort Worth a vitorear al viril "Dios Sol" y a su esposa, de deslumbrante erotismo, la "Reina del Amor y de la Belleza". En la mañana del 22 de noviembre llegaron en avión hasta la puerta 28 del aeródromo Love Field de Dallas. El número 28 es una de las correspondencias que figuran en la numerología cabalística de Salomón; el nombre salomónico que lleva asignado es "Beale".
»A 28 grados de latitud del estado de Tejas se encuentra el emplazamiento de lo que antiguamente había sido el gigantesco "rancho Kennedy". A 28 grados de latitud se encuentra también Cabo Cañaveral, lugar del lanzamiento del vuelo a la Luna, que fue posible no sólo gracias a diversas hazañas realizadas por el presidente, sino también gracias a su muerte, ya que llevar a los francmasones a la Luna era algo que sólo podía hacerse después de haber dado "muerte al Rey". Entre los templarios, el grado 28 de latitud corresponde al "Rey del Sol". El presidente y la primera dama llegaron en el Air Force One, que tenía el nombre en clave de "Angel".
»El desfile de coches partió del Love Field en dirección a la plaza Dealey. En dicha plaza se encontraba el templo masónico de Dallas (actualmente demolido), y hay en ella una marca que así lo atestigua.
»La estación de la CIA en Nueva Orleans, cuyo cuartel general estaba en un edificio del templo masónico, planificó una importante estrategia de "protección" de la plaza.Dallas, que pertenece al estado de Tejas, está a unos quince kilómetros al norte del paralelo 33. El grado 33 es el más alto en la francmasonería, y la logia fundadora del Rito Escocés de Estados Unidos se creó en Charleston, Carolina del Sur, población situada exactamente sobre el paralelo 33.
»La plaza Dealey está muy cerca del río Trinity, que, antes de que se adoptaran medidas para controlar las crecidas, la inundaba con frecuencia. Así pues, la plaza Dealey simboliza tanto al tridente como a quien lo porta, Neptuno, el dios del mar.
A ese lugar del tridente y de Neptuno llegó la "Reina del Amor y de la Belleza» con su esposo, el chivo expiatorio, que en el rito de "Matar al Rey" es el "Ceannaideach" (Cabeza Fea o Cabeza Herida en gaélico).
Atención a lo siguiente: La "reina" es Jackie y "Ceannaideach" es como se dice Kennedy en gaélico. En Escocia, el escudo de armas y la iconografía de los Kennedy están repletos de folclore. Su planta insignia es un roble, y su emblema, un delfín. ¿Qué puede ser más casual que JFK recibiera un disparo en la cabeza cerca del roble que hay en la plaza Dealey? ¿Se puede considerar casualidad a algo así?
»A las 12.22 de la tarde, la comitiva enfiló Main Street en dirección al triple pasaje subterráneo, pero antes tuvo que recorrer Elm Street. Dicha calle había sido escenario de numerosas reyertas con armas de fuego, agresiones con navajas y otros actos de violencia. En ella está el teatro Majestic y es, además del distrito del mercado negro y las casas de empeño, una zona industrial.
»Las calles Elm, Main y Commerce alineadas con el triple paso subterráneo configuran un tridente, como se puede ver en cualquier mapa de Dallas. Muchos analistas sostienen que en la emboscada de fuego cruzado de Kennedy intervinieron por lo menos tres asesinos.
»Una de las premisas básicas de la masonería es la de que los asesinos van de tres en tres. En la clave empleada por la logia, a los asesinos se los llama "artesanos indignos". Hiram Abiff, que fue el arquitecto del Templo de Salomón y el mítico progenitor de la francmasonería, según la leyenda masónica fue asesinado por tres "artesanos indignos". Como la masonería está obsesionada por la idea de ver la tierra como un tablero de juego (las teselas de un mosaico; de ahí los suelos masónicos, que semejan tableros de ajedrez) y por los elementos auxiliares necesarios para facilitar la "partida", le preocupan sobremanera los ferrocarriles y el personal que trabaja en los mismos, hasta el punto de que, aparte de la profesión de abogado y la de artista de circo, no hay otro oficio que cuente con un porcentaje tan elevado de masones como la del trabajador de los ferrocarriles.
»Unos minutos después de que John Fitzgerald Kennedy fuese asesinado, se detuvo a tres "vagabundos" (artesanos indignos) en los terrenos ferroviarios que hay detrás de la plaza Dealey.
»Jamás se han desvelado datos relativos a la identidad de estos tres hombres ni la del agente que los detuvo. Lo único que queda de aquellos pocos minutos es una serie de fotografías, un acompañamiento ritual de la Misa Negra que era la inmolación ceremonial de un rey, la inconfundible tarjeta de visita del asesino masónico, la aparición de Jubela, Jubelo y Jubelum, los tres "artesanos indignos", "que no serán acusados de nada". Este simbolismo ritual es necesario para que se cumpla la intención alquímica de dar muerte al "rey de Camelot".
»E1 nombre Dealey se divide simbólicamente en dos sílabas: "Dea", que significa diosa en latín, y "Ley", que puede ser ley o norma en español, o bien referirse a líneas de importancia geográfica preternatural en religiones, vinculadas a la naturaleza, que profesaban los ingleses antes del Cristianismo.
»La disposición y la colocación sistemáticas de cosas simbólicas relacionadas con la muerte de Kennedy indican que fue la víctima propiciatoria de un sacrificio. El propósito de un ritualismo tan macabro se advierte también en otros detalles simbólicos que culminan finalmente en "Sacar a la Luz Todo lo que está Oculto".»
LEE HARVEY OSWALD


«El apellido Oswald significa "fuerza divina" [en germánico]. El diminutivo es "os" u "Oz", y denota fuerza. La fuerza divina es parte integral del rito de "matar al Rey". El papel que desempeñaba la "fuerza divina" en el ritual de "matar al Rey" en la plaza Dealey ("ley de la diosa") debe ser estudiado con suma atención.
»También debe tenerse en cuenta el hecho de que se llamase (lack) Ruby quien mató (destrucción) a "Ozwald", en relación con las "zapatillas de rubí" que aparecen en El mago de Oz. Podemos burlarnos diciendo que éste no es más que un cuento de hadas, pero de todas formas simboliza el inmenso poder que tiene la "luz rubí", conocida como láser.
»Es posible que a Oswald le hubieran implantado un artilugio de biotelemetría en la Unión Soviética, cuando estuvo allí como "voluntario" en el Centro de Control de la Conducta de Minsk. Oswald compartió habitación con cubanos y se afirma que fue amigo de un hombre de Castro de quien sólo se dice que era un "hombre clave". La "clave" o llave, por supuesto, es uno de los símbolos más importantes de la masonería y simboliza el silencio.»

LA NECROLOGÍA DE ARLINGTON


«Tanto Kennedy como Oswald fueron enterrados en un lugar llamado Arlington: Kennedy en el Cementerio Nacional que está cerca de Washington, D.C., y Oswald en el cementerio Rosehill, cerca de Arlington, Tejas. La palabra "Arlington" tiene un peso importante en la hechicería y el misticismo masónicos, y posee un significado oculto que la relaciona con el culto a los muertos.
»En la tumba de Kennedy hay un círculo de piedras en cuyo centro arde un fuego que se denomina "llama eterna". El fuego que arde en el centro del círculo indica un punto de éste, el mismo tipo de simbolismo que se puede ver en las andas y en el féretro de Kennedy, que se encuentran en el centro de la rotonda del Capitolio. Un punto dentro de un círculo simboliza el Sol en el culto al astro de la Antigüedad. También era un símbolo de fecundidad, ya que el punto simboliza un falo y el círculo una vagina.»

RITOS FUNERARIOS
«En los antiguos ritos mistéricos, el aspirante no tenía derecho a que lo hicieran partícipe de los mayores secretos hasta que lo introducían en el pastos, féretro o ataúd. El acto de introducirlo en el ataúd se denominaba muerte simbólica de los misterios, y el de sacarlo representaba el levantarse de entre los muertos. La "mente", dice un escritor antiguo citado por Stobaeus, se aflige al morir igual que se aflige en la iniciación de los misterios. Y la palabra responde a la palabra, así como la cosa responde a la cosa; porque el entierro es morir y la muerte para ser iniciado. El ataúd aparece en las ilustraciones de los emblemas masónicos de la primera parte del siglo pasado, y siempre ha constituido una parte del simbolismo del Tercer Grado, en el que la referencia es exactamente la misma que la del Pastos en los misterios antiguos. [2]
»En la Casa Blanca, el presidente Kennedy se sentaba a la cabecera de una mesa en forma de ataúd. A su espalda, encima de una chimenea, colgaba un retrato de Abraham Lincoln, un presidente asesinado. A cada lado del retrato había una urna que se parecía a las llamadas "urnas cinerarias", las destinadas a guardar las cenizas de los muertos.
»Un libro sobre Kennedy se tituló Three Steps to the White House [Tres pasos hacia la Casa Blanca]. En la masonería existe lo que se conoce como los "tres pasos simbólicos". "Los tres grandes pasos conducen simbólicamente de esta vida a la fuente del conocimiento." [3]
»Sin necesidad de más explicaciones, ha de resultarle evidente a todo Maestro Masón que esos tres pasos se dan desde la oscuridad hacia un lugar donde hay luz, ya sea en sentido figurado o no, pasando por un ataúd, el símbolo de la muerte, para indicar de modo simbólico que el paso de la oscuridad y la ignorancia de esta vida a través de la muerte conduce a la luz y al conocimiento de la vida eterna. Y esto, desde los tiempos más antiguos, era lo que realmente simbolizaba el paso.[4]
»El cadáver del presidente Kennedy fue introducido en un féretro, que se depositó en el centro de un círculo situado debajo de la cúpula del Capitolio. El catafalco era "una estructura provisional de madera, apropiadamente decorada con símbolos funerarios, que representaba una tumba o cenotafio. Forma parte de los adornos de una 'Logia de Aflicción".
Esta explicación, tomada de una enciclopedia, se refiere a las ceremonias del Grado Tres que se celebran en las logias del rito francés.
»Las fotografías tomadas del féretro y el catafalco de Kennedy muestran estos dos pilares del rito funerario como el punto situado dentro de un círculo. La fecundidad es el significado simbólico del punto dentro de un círculo, y es una derivación del antiguo culto al Sol.
»En la tradición de los cultos mistéricos y de las religiones de la fertilidad existía de manera invariable la leyenda del dios héroe y de la desaparición de su cadáver. En la posterior investigación y el supuesto hallazgo del cadáver vemos la elaboración de una complicada estratagema psicológica. Se decía que el asesino o los asesinos del dios héroe habían escondido el cadáver. Dicha ocultación del cadáver se denominaba "afanismo" y es un rito del Grado Tres de la masonería. Si alguien tiene interés en entender la mécanica del control mental en grupo, haría bien en estudiar en particular los grados tres y cuatro, y en general todos los grados de la masonería. La desaparición del cadáver, el llamado afanismo, aparece también en el asesinato del presidente Kennedy.
»Al cadáver del presidente se le extrajo el cerebro y se lo enterró sin él. [ ... ] El doctor Cyril Wecht, jefe del cuerpo médico forense del condado de Allegheny, estado de Pensilvania, antiguo presidente de la American Academy of Forensic Scientists y profesor de Patología y de Derecho, recibió en 1972 el permiso de la familia Kennedy para examinar los documentos de la autopsia (guardados en los Archivos Nacionales).
[...] Cuando solicitó, de forma rutinaria, ver el cerebro, le dijeron que no estaba, como tampoco estaban las diapositivas del mismo tomadas con microscopio. Marion Johnson, conservadora del material de la Comisión Warren que se guarda en los archivos, dijo: "El cerebro no se encuentra aquí. No sabemos qué ha sido de él." [5]
»Cuando encuentren el cerebro, si es que llega a encontrarse, se habrá completado el proceso, lo que se denomina "euresis". En los misterios masónicos son  "escaleras simbólicas".
En la ilustración masónica de 1776 aparece una escalera de mano de tres travesaños, una significativa revisión de la habitual escalera que aparece en dichas referencias (de siete travesaños).
»Naturalmente, existen escaleras de todas clases: la brahmánica (de siete travesaños), la Kadesh (de siete), la de los Rosacruces (de siete), la de Jacob (a la que se le atribuyen distintos números), la de la Cábala (de diez). También está la antigua "Escalera de Tim Finnegan", conocida por algunos como la "Escalera de la Desgracia", que al parecer está formada por un escalón falso tras otro.
»Cuando se retiró el féretro de Kennedy del círculo de la rotonda del Capitolio, se trasladó, en procesión, a la calle para que lo viera el público. La procesión funeraria hizo un "alto imprevisto" en Pennsylvania Avenue, frente al "restaurante Occidental", y se tomó una fotografía a la bandera que cubría el ataúd en la que se ve la palabra "Occidental" bien destacada en ella. En la masonería y en la tradición del dios-chacal Anubis del Antiguo Egipto, se dice que la persona muerta se ha ido "al oeste".
»Varios meses después del funeral de Kennedy, "Occidental Life", una compañía de seguros perteneciente a la Transamerican Corporation, publicó un anuncio publicitario de un seguro de vida que afirmaba ser "nuevo" y que contenía un giro que resultaba ciertamente original. Decía algo tan peculiar como que "hasta ahora había una sola forma de cobrar un seguro de vida". Por lo visto se habían operado profundos cambios en la manera de ver las cosas una vez que la "muerte del Rey" pasó a ser un hecho consumado.
»Antes de que Kennedy iniciara su "Jornada del Muerto", fue fotografiado en compañía de Tito, el dictador de Yugoslavia, en la escalinata de la Casa Blanca. Tito es un nombre de peso en la masonería, ya que fue el título que se le dio al príncipe Harodim, el primer juez y preboste que dicen que nombró el rey Salomón. Tito era un favorito de Salomón, cuyo templo era un nido de latrocinio, intercambio de dinero, prostitución masculina y femenina y hechicería. Este Tito de la Antigüedad era el jefe de la Logia de Intendentes de dicho templo y uno de los "doce caballeros de las doce tribus de Israel".
»El presidente Kennedy bajó la escalinata con Tito hasta un retrato del asesinado presidente Garfíeld, donde lo fotografiaron, y aún se hizo otra fotografía más en la misma escalera delante de un retrato de Lincoln (Kennedy iba en una limusina Lincoln Continental cuando le dispararon).
»John F. Kennedy, el único presidente católico que ha tenido Estados Unidos, fue una víctima expiatoria, un "pharniakos". "Pharmakos" o "pharmak-vos» puede significar "encantamiento con drogas y brujería" o "golpeado, lisiado o  inmolado". En alquimia, la «muerte del Rey» se simbolizaba con una serpiente crucificada en una cruz con la forma de letra «tau», una variante de la crucifixión de Jesucristo.
»Jesucristo fue torturado y asesinado como consecuencia de las intrigas de los hombres del Templo de Salomón, que lo odiaban y temían. Eran hombres imbuidos del misticismo egipcio, fenicio y babilónico.
»La masonería no tiene por norma asesinar a un hombre empleando un método cualquiera de la Antigüedad, y en el caso del asesinato de Kennedy se tomaron muchas molestias y se puso especial cuidado en que tan aborrecible acción se correspondiera con la antigua ofrenda por la fertilidad de "Matar al Rey".»
Ya he dicho que los tres vagabundos detenidos cuando el asesinato de Dallas son por lo menos tan importantes desde el punto de vista simbólico como lo fueron por razones operativas, y que corresponden a los «tres artesanos indignos» de la masonería. Dicho simbolismo es a la vez un revelador golpe psicológico contra la víctima y sus camaradas, la señal de una investigación frustrada, el carácter supuestamente absurdo de toda búsqueda de la verdadera naturaleza de los asesinos y un espejo o copia de los tres asesinos que de verdad ejecutan el crimen.
«Los tres artesanos indignos de la masonería, que forman parte de los ritos de iniciación para alcanzar el nivel de Maestro Masón, el Grado Tres de la masonería, son muy llamativos, pues «revelan el misterio más perdurable e importante de todo ritual masónico: la leyenda del Maestro asesinado. Tras un breve ceremonial, al candidato le vendan los ojos y el Venerable Maestro empieza a contarle la historia del asesinato de Hiram Abiff, el maestro constructor del Templo de Salomón. Le explica que Abiff fue agredido por tres hombres que le exigieron que revelase los secretos de un Maestro Masón, y que al rehusar hacerlo, lo matan. Y que cuando el rey Salomón se entera de la desaparición del Gran Maestro, ordena que todos los trabajadores vayan a buscarlo. Entonces le cuentan que también faltaban tres artesanos: Jubela, Jubelo y Jubelum.» [6] Al final, capturan y ejecutan a los tres asesinos por orden del rey. «Así termina la iniciación del Maestro Masón, el grado más importante de los tres. De allí la inexplicable alegoría que lleva a identificar la francmasonería con la construcción del Templo de Salomón.» [7]
Y en cuanto a los tres asesinos: Perry Raymond Russo declaró ante un jurado de Nueva Orleans que David Ferrie, agente de la CIA, había dicho (en relación con el asesinato de Kennedy) que «iba a tener que haber un mínimo de tres personas implicadas. Dos de ellas harían disparos con la intención de distraer, y el tercero [ ... ] dispararía el tiro certero». Ferrie dijo que uno de los tres iba a tener que ser el «chivo expiatorio». Y también, según Russo, Ferrie habló extensamente de las posibles salidas y dijo que quien se sacrificase daría tiempo para escapar a los otros dos. [8]

LA COMISIÓN WARREN
«El masón Lyndon Johnson encargó al masón Earl Warren que investigase la muerte del católico Kennedy. Gerald R. Ford, masón y miembro de grado 33, sirvió de instrumento para eliminar las pocas pruebas de la existencia de una conspiración que aparecieron en la investigación. El responsable de suministar información al comité de investigación era J. Edgar Hoover, también masón y miembro de grado 33. El masón Allen Dulles, antiguo director de la CIA, fue el encargado de aportar al comité la mayoría de los datos de su agencia.
»¿Es de paranoico dudar de lo que pudiera descubrir este comité, en semejantes circunstancias? ¿Sería paranoico dudar de un comité de nazis que hubiera sido nombrado para investigar la muerte de un judío, o de un comité de miembros del Ku Klux Klan que fueran a investigar la muerte de un negro?
»El doctor Albert Mackey, masón, miembro de grado 33 y destacado historiador de la masonería del siglo XIX, definió "hoodwink" en la Enciclopedia de la Francmasonería: "Un símbolo del secretismo, el silencio y la oscuridad en que deben preservarse los misterios de nuestro arte para protegerlos de la impía mirada de los profanos."
»Así es como nos consideran, "profanos" y "cowans" (intrusos), impuros y demasiado pervertidos para admirar sus sagradas verdades. Sí, asesinato, atrocidades sexuales, control de la mente, ataques contra el pueblo de Estados Unidos; todas estas cosas son tan elevadas, sublimes y santas que quedan fuera del alcance de los simples seres humanos.»
VERDAD O CONSECUENCIAS
«James Garrison, fiscal de distrito de Nueva Orleans, recibió el apoyo de un club de "Verdad o consecuencias", y se cree que fue ex agente del FBI y que en algún momento sufrió algún tipo de manipulación mental. Jim Garrison no estaba involucrado en las maquinaciones que se traía el FBI con sociedades secretas, y bien pudiera ser que fuera inducido mediante fármacos o hipnosis a dar al traste con su malograda investigación y con la posición que había alcanzado en la "Comisión Verdad o consecuencias".»
Truth or Consequences [Verdad o consecuencias], Nuevo México, es una localidad situada en el paralelo 33, cerca, por lo tanto, de donde John Fitzgerald Kennedy fue sacrificado y en la misma latitud donde los hechiceros piensan que se levantaba el principal templo de este planeta, concretamente el Templo de Salomón de Jerusalén, que antaño estuvo ubicado en dicho emplazamiento y se asegura que volverá a reconstruirse en ese paralelo.
«En sentido literal, mágico, lo de Sacar a la Luz Todo lo que está Oculto responde a la tercera ley de los alquimistas, que hasta la fecha no se ha cumplido, o por lo menos no del todo. Las otras dos leyes, sí: la creación y destrucción de la materia primordial (la detonación de la primera bomba atómica en Trinity Site, White Sands, Nuevo México, en el paralelo 33; separar y unir son los primeros principios de la alquimia. La bomba atómica separó los elementos positivos y negativos [masculino y femenino] que componen la materia primordial, lo cual fue el culmen de miles de años de especulación y práctica de la alquimia), y Matar al Rey (en Trinity Site, en la plaza Dealey, Dallas, cerca del paralelo 33).
»Tan sólo la repetición de información presentada, junto con el conocimiento del mecanismo de Sacar a la Luz Todo lo que está Oculto, proporciona la voluntad y la audacia capaces de demostrar que somos conscientes de la existencia de todos los enemigos, todos los adversarios, todos los trucos y herramientas y, sin embargo, nos cuesta aceptar que trabajamos para la verdad por la verdad. Dejemos que caigan sobre ellos y sobre sus hijos las consecuencias de sus actos.» [9]
LA ALQUIMIA DEL ASESINATO RITUAL

Michael Hoffman, coautor de Secret Societies and Psychological Warfare [Sociedades secretas y guerra psicológica], y uno de los expertos más destacados del mundo sobre el asesinato de Kennedy, dice lo siguiente:
«Lo que debería estar muy claro para todo el que estudie la psicología de las masas es el casi inmediato declive que sufrió el pueblo estadounidense a resultas de ese sorprendente asesinato transmitido por televisión. Hay muchos indicadores de dicha transformación. En el plazo de un año, los estadounidenses dejaron de usar prendas de vestir de algodón, teñidas de colores naturales y tonos suaves, y empezaron a ponerse ropa de fibra artificial y colores chillones. La música popular se volvió más estridente, más rápida y más cacofónica. Las drogas salieron por primera vez de los guetos bohemios de la subcultura y aparecieron entre gente corriente. Se pusieron de moda toda clase de extremismos. Comenzaron a avistarse en el horizonte revoluciones en las ideas y en el comportamiento, desde los Beatles hasta Charles Manson, desde el amor libre hasta el LSD.
»No se atrapó a los asesinos, el Comité Warren encubrió los hechos. Se tenía la impresión de que los hombres que habían ordenado el asesinato estaban en alguna parte, sonriendo y tomando cócteles, lejos del asunto. El pueblo estadounidense se encontraba en un estado parecido al del movimiento psicodélico, atónito, estremecido, desde el momento en que tuvo conciencia de que cualquiera podía matar a un presidente de Estados Unidos a plena luz del día y marcharse de rositas, como si nada.
»Fue dolorosamente evidente la existencia de un gobierno en la sombra tras el Gobierno visible del país, en cierto modo subliminal, cuyo trasfondo alucinógeno afectaba nuestra realidad. Bienvenidos a Oz, gracias a los hombres que estaban detrás de Oswald y Ruby.
»Se transfirió el poder a la mente colectiva de las masas: del poder público del jefe del ejecutivo elegido por el pueblo, a una comunidad invisible no elegida por nadie, capaz de suprimir a dicho jefe con absoluta impunidad.
»Por primera vez en su historia, desde que los masones asesinaran al escritor William Morgan, en 1826, los estadounidenses se vieron obligados a aceptar que existía un poder oculto que regía su mundo. Sir James Frazer, autor de The Golden Bough: A Study in Magic and Religion, explica que cuando alguien más fuerte o más hábil asesina al "rey divino", los poderes "divinos" del rey se tansfieren de forma "cordial" y "contagiosa" del vencido al vencedor.
»Esta revelación en la mente subconsciente y "soñadora" de las masas dio lugar a una nueva situación. La inesperada introducción de una nueva "realidad", diametralmente distinta, es clásica de otra fase de la programación alquímica, conocida por la criptocracia con el nombre de "Clamores".
»Entonces el pueblo estadounidense se vio obligado a afrontar una realidad alternativa que daba miedo, la existencia de un gobierno en la sombra, que ni se conocía ni se podía controlar. Así pues, el proceso de aborregamiento se aceleró
con creces. De ahí en adelante, la vanguardia de la publicidad, de la música, de la política y de los informativos describiría (sobre todo en los medios de comunicación electrónicos) —unas veces de forma sutil, otras veces abiertamente— una "cara oculta" de la realidad, una corriente subterránea y amoral al estilo "casa de la risa" asociada con el sexo extremo, la violencia extrema y la velocidad extrema.
»De forma sutil, las imágenes estáticas de los hombres trajeados de las altas esferas de la religión, el Gobierno, la política y los negocios se vieron subordinadas al Estado en la Sombra, Estado del cual el pueblo iba teniendo poco a poco atisbos por el rabillo del ojo colectivo. Lo interesante de este fenómeno es que causa al mismo tiempo terror y admiración, y que socava todo acto ofensivo de quienes lo perciben, dado que no posee la misma agilidad ni el mismo ambiente de diversión.
»Se tiene la sensación de existir en un palacio repleto de maravillas manipuladas por príncipes bellos pero sádicos, tan instruidos, poderosos y expertos, que están por encima del resto de la humanidad. Han estado en todas partes. Lo han hecho todo. Ellos dirigen el espectáculo que nos tiene hipnotizados. Estamos condenados a contemplarlo. Estamos fascinados y deseosos de ver la actuación siguiente, el emocionante número de nueva creación, aun cuando la emoción que nos cause se base única y exclusivamente en la confirmación de que nos hemos deshumanizado.» [10]
Tal como explica J. G. Ballard, autor e investigador del caso Kennedy:
«En este mundo espectacular, dirigido por imágenes de la carrera espacial y de la guerra de Vietnam, el asesinato de Kennedy y el suicidio de Marilyn Monroe, estaba teniendo lugar una singular alquimia de la imaginación. [ ... ] La desaparición de la emoción y del sentimiento, la muerte del afecto, presidían, como un sol malsano, el patio de recreo de una década de tan malos presagios.
»El papel que se nos adjudicó fue el de zombis encargados por nuestros amos en la sombra de interpretar papeles insignificantes y actuar como personajes estereotipados en su espectacular obra de teatro. Dicho proceso de hipnosis da como resultado una mente desmoralizada, desconfiada, insegura.» [11]
Una mente escindida, como en los mensajes subliminales, como en las misteriosas casualidades aparentes, como en el mundo de lo oculto que barrió sin piedad lo sucedido tras la guerra, mientras mirábamos el cañón de una pistola que dejaba ver el bajo vientre de una forma aún sin identificar. La percepción cambia... y volvemos a encontrarnos en la cueva viendo las sombras proyectadas en la pared y creyendo que son reales.

Toda la tradición nos dice que algunos «expertos» se equivocan de camino: los «hermanos del sendero de la izquierda» o los que practican la «magia negra». Se valen de sus conocimientos, que tanto trabajo les ha costado adquirir, y de su inteligencia para alcanzar sus propios objetivos, muy personales y a menudo muy siniestros. Un programa de propaganda, de traumatización colectiva, de culto a los famosos y al asesinato..., reconstituyendo nuestros arquetipos culturales en forma de huellas maleables, un viaje esotérico que nos lleve más allá de esta indolente contemplación de sombras chinescas, mientras aguardamos nerviosos el siguiente sobresalto.

Continúa aquí.

NOTAS

1.James Shelby Downard, y Michael A. Hoffman II, King Kilil 330, 1998, publicado por el autor.
2. Albert Mackey, y H. L. Haywood, Encyclopedia of Freemasonry, Kessinger Publishing, Whitefish, MT, 2003.
3. Ibid.
4. Ibid.
5. Los Ángeles Free Press, Informe especial n.° 1, p. 16.
6. John J. Robinson, Born in Blood. The Lost Secrets of Freemasonry, M. Evans Company, Nueva York, 1989.
7.Ibid.
8. Citado por W. H. Bowart en Operation Mmd Control, Dell Publishing, Nueva York, 1978.
9. «Sorcery, Sex, Assassination» en Secret and Suppressed, Keith, Jim, cd., Feral House, Portland, Or., 1993.
10.Michael Hoffman, «Secret Societies and Psychological Warfare», Independent History and Research, 2001.
11.J. G. Bailard, «Secret Societies and Psychological Warfare», independent History and Research, 2001.

jueves, 11 de septiembre de 2014

Rusia presenta evidencias de que el 11-S fue un Auto-Atentado

“Los atentados del 11 de septiembre de 2001 fueron una operación interna angloamericana en connivencia con los servicios secretos israelíes” declara un investigador ruso.
“Los dispositivos nucleares que se utilizaron fueron una versión modificada de los proyectiles de artillería W-54 proporcionados a las fuerzas israelíes entre 1988 y 1998 de los excedentes estadounidenses exportados ilegalmente durante la era Bush-Clinton”.

Nunca en la historia de los E.E.U.U. una operación ilegal del gobierno necesitó de tanta mentira, ocultación y fraude. El informe de la comisión oficial de investigación de los atentados es la mayor falsedad que ha sufragado nunca el dinero de los contribuyentes estadounidenses.

El fin de la ocultación ha llegado a raíz de la determinación de Vladimir Putin -probablemente informado por Edward Snowden- de contestar a la intromisión de E.E.U.U. y la U.E. en Ucrania mediante la liberación de una información altamente sensible que debería llevar al pueblo norteamericano a exigir responsabilidades a sus gobernantes. Frente a la posibilidad de enfrentar militarmente la injerencia de la OTAN, algo que podría conducir a una Tercera Guerra Mundial, Rusia ha optado por la guerra asimétrica en Internet, donde la información es un arma poderosa. De hecho, “Veterans Today”se ha hecho eco de la información sacada a la luz por Putin, divulgándola bajo el título “Demasiado secreto para ser publicado”.


Así, “Veterans Today” confirma que el análisis químico realizado por el DOE Sandi fue capaz de identificar la huella química / radiación o huella dactilar de las cabezas nucleares sobre la base de muestras tomadas después de 911 de las secuelas en la zona cero, confirmando la información previa facilitada por múltiples fuentes de que en los atentados de las Torres Gemelas se usó armamento nuclear.

Todas las cabezas nucleares que utilizan plutonio tienen una huella química que puede identificar su diseño, su sistema de fabricación y su edad. Si la investigación del 11-S hubiera sido concluyente, habría conducido directamente a la identificación de armas norteamericanas facilitadas ilegalmente a Israel, algo que la administración Bush se cuidó de ocultar.

Un dispositivo de 2 kilotones hubiera bastado para derribar las Torres Gemelas. Produciría una bola de fuego de entre unos 150 a 200 pies de diámetro a más de 4.000 grados centígrados, lo suficiente para fundir las vigas del núcleo central del edificio y hacerlo colapsar. La luz del flash duraría menos de 1 segundo y estaría principalmente en el rango de la luz ultravioleta. La radiación hubiera bajado a límites aceptables dentro de las 72 horas siguientes a la explosión.


Una detonación de este tipo es lo único que puede explicar fenómenos observados aquel día, como la “vaporización” de la antena de 20 toneladas sobre la Torre Sur: la radiación disuelve el acero en el óxido de hierro en aleación, desintegrando el carbono y el sílicio.

Dispositivos similares fueron utilizados en el atentado de Bali, el bombardeo de Londres el 7-J y en Japón en sus reactores. También se utiliza en Damasco, Irak y Afganistán por los EE.UU.. Estas armas son almacenadas en las embajadas y consulados de Israel, precaución que se usó con las utilizadas el 11-S, guardadas en el consulado israelí en Nueva York. Desde entonces, el FBI comprueba todas las valijas diplomáticas con un contador Geiger antes de salir o entrar a los E.E.U.U.

Las armas nucleares transferidas ilegalmente a Israel han sido a su vez objeto de reventa a diversos países, incluyendo ambas Coreas, India, Brasil, China, Taiwán, Japón, etc. Los israelíes, sabiendo que el material nuclear adquirido tenía una vida útil limitada, buscaron dar salida a ese material, vendiéndoselo a sus aliados. Cuando éstos se percataron de la estafa, se enojaron puesto que pagaron mucho dinero por chatarra. Esto comenzó una mini guerra fría con Israel y sus antiguos clientes. Sin embargo, las micro bombas nucleares sacadas al mercado siguen siendo útiles. Incluso a medida que envejece el plutonio seguirá siendo fisionable, lo que producirá una detonación de menor potencia.

Así que todavía pueden ser utilizadas como pequeñas bombas sucias o muy pequeñas armas nucleares tácticas, tales como los cohetes asistidos W-54 empleados para bombardear Damasco.


El propósito principal del arma nuclear usada el 11-S era producir un flujo masivo de rayos gamma / de neutrones que vaporizara alrededor de 150 a 300 pies de 6 pulgadas de acero de espesor de las vigas que constituían el núcleo central de los edificios del WTC. Esto creó la caída libre que vimos por TV aquel día. ¡El soporte interno de las torres sencillamente se había desintegrado!

El flash se oculta a la vista debido a la detonación subterránea. El resplandor externo se dio en forma de luz fuera del espectro visible al ojo humano. La onda expansiva se reduciría a 6 psi debido al sentido ascendente, lo que produce la desintegración de la antena de la parte superior del edificio, como puedo verse en la televisión. El cemento concreto y óxido de hierro se vaporizaron, lo que da lugar a la extraña paradoja de que los restos de las Torres tenían mucha menos masa que las torres mismas.

La televisión dijo que las quemaduras de radiación beta eran debidas al polvo de cemento cáustico, ocultando que se debían a los efectos de la radiación de la precipitación radiactiva. Igualmente, los numerosos casos de cáncer que se dan ahora en Nueva York se atribuyen al amianto utilizado en la construcción de las torres, cuando su causa es el uso de armamento nuclear.

La radiación fuera de la zona cero se redujo a niveles seguros después de 72 horas. Esta es la razón por la que las inmediaciones de las Torres Gemelas estuvieron cerradas al público durante los tres dias siguientes a los atentados.

Fuente: http://activistshub.com/

Traducción: Astillas de realidad

Ver más en esta entrada.

miércoles, 10 de septiembre de 2014

Instituto Tavistock (VI): Operación paperclip. Conspiración de los Rockefeller

Viene de aquí.

LA OPERACIÓN PAPERCLIP

Tenía que haber un punto en el que los dirigentes del Gobierno de Estados Unidos se identificaran con los nazis, o por lo menos los admiraran. Tenía que llegar un momento en el que los crímenes del Holocausto se considerasen una distracción menor, un problema de relaciones públicas, que quedó eclipsado por el glamour del superestado, perfectamente dirigido, del Tercer Reich. Tenía que llegarse a entender que las ideologías de Estados Unidos y de la Alemania nazi se parecían más que las de Estados Unidos y la Unión Soviética. Y ha de ser así porque no existe otra manera de interpretar lo que sucedió al final de la guerra; desde el punto de vista moral, lo que se llegó a saber sólo puede considerarse un crimen de guerra en sí mismo.

Los artífices de la política de Washington sabían que el siguiente conflicto importante habría de librarse entre Estados Unidos y la Unión Soviética. Era de suma importancia que los científicos alemanes de mayor nivel, que trabajaban en
proyectos supersecretos V-1 y V-2 y en la tecnología de las armas nucleares, se trasladaran a territorio estadounidense, donde no podían alcanzarlos los rusos y, acaso más importante, donde fueran obligados a prestar servicio a Estados Unidos.

A tal efecto se pusieron en marcha varias operaciones de inteligencia para tiempos de guerra. La más famosa de ellas fue la Operación Paperclip. Muchas personas que han oído hablar de Paperclip creen que se trataba de un programa para llevar científicos nazis a Estados Unidos para que les ayudaran en el programa espacial. Sin embargo, en el programa Paperclip, así como en la contratación de nazis, hubo mucho más que ciencia de cohetes espaciales. También se contrató a médicos y expertos en guerra psicológica nazis, junto con la organización Gehien, espías, asesinos y saboteadores.

La historia de Paperclip es muy larga y compleja. Abarca toda la sopa de siglas de organismos y programas de inteligencia, desde CRO WCASS [Registro Central de Crímenes de Guerra y Sospechosos de Seguridad] hasta CIC, SIS, OSS, CIA, JIOA y muchos más. Implica a decenas de países, a sus organismos de inteligencia, sus ejércitos, sus partidos políticos, la Iglesia católica y los sistemas de justicia criminal. Para cuando finalizó Paperclip, una división entera de las Waffen SS ucranianas, así como miles de científicos nazis, muchos de ellos reos criminales de guerra que habían participado en algunas de las peores atrocidades del conflicto, habían logrado encontrar un hogar en Estados Unidos, en Sudamérica y en Oriente Próximo.

Con independencia de los principios morales de los científicos alemanes contratados, los experimentos tenían otra dimensión que había pasado prácticamente inadvertida a los investigadores, debido a la falta de documentación y de testigos vivos. Las pruebas que existen son fundamentalmente circunstanciales, pero gran parte de ellas se pueden encontrar en la sección Captured German Documents [Documentos Alemanes Capturados] de los Arhivos Nacionales y cotejar con testimonios posteriores que aparecen en memorias y biografías de los años de la guerra y la posguerra.

Las primeras pruebas que tenemos de que existió dentro del Tercer Reich algo parecido a un programa para controlar la mente son las memorias de Wulff, el astrólogo de Himmler, que habla del deseo que tenían los nazis de idear un programa dentro del Reich que reprodujese el estado mental del soldado japonés, un ser humano ávido y deseoso de arriesgar la vida por su país sin hacer preguntas, y del soldado comunista chino de las «hordas humanas», capaz de lanzarse sin pensar hacia una muerte segura. Es decir, los científicos de Paperclip, entre ellos Friedrich Hoffmann, un químico nazi que asesoró a la CIA en el uso de sustancias psicotrópicas de lavado de cerebro, estuvieron trabajando en programas de control mental con militares y la CIA.

Los alemanes se contaron entre los primeros que estudiaron el uso de la guerra psicológica. Además, después del conflicto, la guerra psicológica se entremezcló de forma inextricable con la propaganda y los comunicados, y terminó filtrándose en actos que sólo pueden considerarse terroristas: asesinatos, sabotaje, tortura e interrogatorios, competencia del Instituto de Relaciones Humanas de Tavistock. A medida que la guerra psicológica iba haciéndose más sofisticada y los servicios de inteligencia siendo a la vez más creativos y más exigentes, se desarrollaron técnicas nuevas que prácticamente se mantuvieron en secreto.

Todas estas técnicas comparten un mismo fin ontológico: manipular la percepción del ser humano y crear una nueva realidad. Una vez que se había abierto la Caja de Pandora, ya no había forma de cerrarla. La tentación era demasiado fuerte. Quienes querían jugar a ser Dios tenían ante sí una posibilidad: jugar con los elementos de la creación de tal forma que se realizaran transformaciones mágicas.

Los hombres de la OSS, de la CIA, de la inteligencia militar, supervisados por Tavistock, a medida que dejaban de ser los eruditos de sillón que habían sido antes de la guerra, evolucionaban y se convertían en soldados que luchaban en todos los frentes de la guerra fría. Se transformaron, realmente, en magos. Los propios programas de control mental de la CIA representaban una agresión a la conciencia y a la realidad que no se había visto desde la época de los reyes filósofos y su corte de alquimistas.

EL CONTROL DE LA MENTE

Al estudiar el tema del control de la mente, uno descubre que el campo de aplicación es muy amplio y que los métodos empleados son complejos. Los orígenes del control de la mente se remontan al uso en instituciones religiosas por parte de los sacerdotes. Las técnicas de control mental desarrolladas en nuestra cultura occidental fueron ensayadas sobre el terreno por los jesuitas, por ciertos grupos del Vaticano y por diversas religiones mistéricas, sociedades secretas y organizaciones masónicas. Los métodos ensayados durante la Inquisición fueron perfeccionados por el doctor Josef Mengele durante el reinado del Tercer Reich. Poco después, se volvió a aplicar un programa de control mental denominado Programación de Marionetas, importado de la Alemania nazi, que se llamó «Proyecto Monarca». El componente básico del programa consiste en una sofisticada manipulación de la mente. Se provoca un trauma extremo que induce al «desorden de personalidad múltiple», conocido actualmente como «desorden disociativo».

En una declaración pública presentada al President's Committee on Radiation [Comité Presidencial sobre Radiación] [2] figuran asombrosas alegaciones de torturas severas y programas inhumanos aplicados a ciudadanos estadounidenses y de otros países, sobre todo a niños. Este casamiento de lo puramente psicológico con lo puramente fisiológico se convirtió en la piedra angular de los siguientes
programas de agencias de inteligencia diseñados para desvelar los secretos de la mente: la relación entre el conjunto de materia gris que llamamos cerebro y ese gran espacio exterior que llamamos realidad.

LA CONSPIRACIÓN DE LOS ROCKEFELLER

Según el informe «Assessment of Men» [Evaluación de hombres], redactado durante la posguerra por el equipo de evaluación de la OSS, fueron el doctor John Rawlings Rees y el personal que el Instituto Tavistock tenía destacado en la British War Office Selection Board [Junta de Selección de la Oficina de Guerra británica], quienes se pusieron en contacto con la delegación que tenía la OSS en Londres para sugerir que dicho organismo especial para la guerra adoptase los métodos de selección y formación de Tavistock. Fue Rees quien ideó los procedimientos de «selección» para lavado de cerebros de la OSS, y Lewin quien le ayudó a perfeccionarlos. Además Rees, con el patrocinio de la familia Rockefeller, diseñó un proyecto de insurgencia-contrainsurgencia financiado y promovido por Estados Unidos.

El objetivo fundamental de la dirección de la CIA ha sido infiltrarse de forma sistemática en todas las instituciones importantes, un despliegue deliberado, que aspira a apoderarse de ellas de manera fascista y «cuasilegal», con la ayuda de algunas de las principales familias de Estados Unidos. Muchos de quienes luego serían jefes de la CIA provenían de importantes familias estadounidenses y de una reserva inacabable de banqueros e industriales, como DuPont, Vanderbilt, Bruce,
Mellon, Archbold, Morgan y Roosevelt. Quentin Roosevelt, nieto de Teddy Roosevelt, por ejemplo, fue un alto cargo de Operaciones Especiales de la OSS en China, igual que Raymond Guest, primo de Winston Churchill. Dos hijos de J. P. Morgan, Junius y Henry S., se ocuparon de blanquear los fondos de la OSS y de falsificar los documentos de identidad de la misma.

LOS CONTACTOS DE LOS ROCKEFELLER

Una de las personas más estrechamente asociadas con el clan Rockefeller fue John Gardner, psicólogo de la OSS encargado de la «evaluación del personal». A lo largo de más de tres décadas estuvo al mando de las organizaciones más importantes de los Rockefeller: el Rockefeller Brothers' Fund, la Carnegie Corporation, el Education and Welfare Department [Departamento de Educación y Bienestar] y Common Cause, «una organización independiente, de ámbito nacional y que no pertenece a ningún partido, para los estadounidenses que quieran ayudar a reconstruir el país». [3] De hecho, Common Cause fue la tapadera de que se sirvió un grupo de conspiradores para, por un lado, impugnar y retirar a Nixon de la Casa Blanca, y por otro, sentar en el sillón de presidente a Nelson Rockefeller, hermano de David.

Arthur Goldberg, otro de los fieles siervos de los Rockefeller futuro secretario de Trabajo y juez de la Corte Suprema en época del presidente John E Kennedy, fue puesto al mando de la Sección de Trabajo de la OSS. Junto con Trist y Lewin, Goldberg promovería la contrainsurgencia como método de control de los movimientos obreros.

En la lista de seguidores y representantes de los Rockefeller que han ocupado puestos de suma importancia hay un elenco muy selecto de personajes que «construyeron la nación» en el siglo xx. Allen Dulles, antiguo director de la Standard Oil Corporation, empresa fundada por Rockefeller, fue el jefe de Inteligencia Secreta de la OSS para Europa y más tarde de la CIA. Dulles, que encarnaba el prototipo de personaje de las altas esferas de Occidente, es un ejemplo perfecto de la invisible confluencia de intereses fascistas que rodean la
creación de un nuevo imperio controlado por los Rockefeller gracias a los intereses comunes de la CIA y de Tavistock. Por ejemplo, pusieron a Dulles al frente del proyecto de control mental Bluebird de la CIA, nombre que él cambió por el de Artichoke porque le gustaban las alcachofas. Además, él y su hermano John Foster fueron socios mayoritarios del principal bufete de abogados de la Standard Oil, Sullivan y Cromwell, una famosa empresa pantalla de la CIA vinculada a las entidades financieras más importantes de Wall Street.

El «gemelo» de Sullivan y Cromwell era el bufete alemán Albert y Westrick, agente financiero de Hitler, jefe de espías de la Abwehr en Estados Unidos y representante de Sullivan y Cromwell en Alemania. «Razón por la cual, el bufete de los Dulles, en su calidad de miembro del cártel de la Standard Oil, se hizo con tres importantes empresas alemanas. Entre ellas se encontraba la sanguinaria I. G. Farbeníndustrie, que, junto con los Kruppwerks, fue el principal usuario de la mano de obra esclava de los campos de concentración, que servía a la economía blitzkrieg de los nazis.» [4]

La familia Dulles poseía antiguos y amplios vínculos con la clandestinidad nazi, y llevaba décadas blanqueando su dinero. «Durante los años veinte y treinta, ambos desempeñaron importantes papeles en la política del "rearme de Alemania durante
la noche", basada en la premisa de utilizar la Wehrmacht, fuerzas de defensa, como arma contra la clase obrera de la Unión Soviética y de Europa.» [5] Allan Dulles ocupó durante la Primera Guerra Mundial un puesto en inteligencia en Suiza, que le sirvió para establecer contactos y crear la red de la que haría uso más adelante, al pasar de los años. Llegaría a ser una de las personas clave que urdieron las bizantinas maquinaciones de la Operación Paperclip de la posguerra, la verdadera estructura del resurgimiento del fascismo, que en el mundo de la inteligencia se conocía simplemente como Blowback [retroceso]. [6]

Mientras Allen trabajaba en Suiza, su hermano John Foster lo hacía en Washington, en el Departamento de Estado. El tío de ambos, el ultraconservador Robert Lansing, era secretario de Estado del presidente Woodrow Wilson. En los años treinta, los hermanos Dulles cortejaron activamente a los altos cargos nazis, lo mismo que hicieron las empresas de Rockefeller y Wall Street, como la Ford Motor Company y la IBM. Tras la guerra, especialmente a partir de 1953, cuando Allan se convirtió en director de la CIA, los ayudaron a escapar. James Jesus Angleton, jefe de Contrainteligencia de Dulles, que más adelante fue enlace de la CIA en el Vaticano y Frank Wisner, que entre 1952 y 1953 supervisó las "Fuerzas Especiales" de la Organización Gehien, participarían en diversas operaciones encubiertas, entre ellas la Odessa, que ayudaba a reubicar nazis en la Argentina de Perón, y Die Spinne, o la Araña, una denominación un tanto vaga, para los restos que quedaron tras la guerra de la policía secreta nazi y del encubierto aparato de
inteligencia, cuyo hombre destacado en Estados Unidos era un seguidor del Partido Republicano de Rockefeller, Harold Keith Thompson. Más adelante volveremos a hablar de Die Spinne.

En 1945, Dulles, junto con el ex agente OSS de la Gestapo Hans Bernd Gisevius, fue acusado por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos de blanquear dinero nazi de Hungría.a Suiza. La investigación finalmente se interrumpió cuando el Departamento de Estado estadounidense reclamó la jurisdicción.

Si a alguien le queda todavía alguna duda sobre la estrecha relación que unía al clan Rockefeller con los nazis, en 1945, el presidente Truman despidió a Nelson Rockefeller por el papel que había desempeñado en la creación del régimen fascista de Perón, que proporcionó un «refugio seguro» a más de cien mil criminales de Núremberg llevados al país por Allen Dulles.

Christopher Simpson, autor del superventas nacional Blowback, escribió lo siguiente:
«Tras la Segunda Guerra Mundial, los emigrantes nazis recibieron subsidios de la CIA a cambio de construir una base de poder de extrema derecha en Estados Unidos. Estos nazis asumieron puestos prominentes en los "comités de ayuda a las etnias" del Partido Republicano. Lejos de llegar a América desamparados, lo hicieron tutelados por grupos organizados que tenían programas políticos fascistas. Los objetivos de Hitler no murieron con Adolf Hitler; se trasladaron a América (por lo menos una parte de ellos) y se sumaron a la extrema derecha del Partido Republicano.» [7]

Desde Richard Helms, futuro director de la CIA y enlace de Dulles, hasta el general Reinhard Gehien, jefe de inteligencia de la Wehrmacht, y William Colby, director de la CIA que recibió su formación de agente de Operaciones Especiales de la OSS en el SOE de Londres, la lista de entidades infiltradas por los Rockefeller, los nazis y Tavistock es interminable. Las técnicas tavistockianas de emplear pandillas callejeras, contrapandillas, sabotajes y asesinatos políticos, aprendidas por Colby en la escuela de formación especial del SOE, fueron
precisamente los métodos que utilizó más tarde, cuando dirigió el Programa Phoenix de la CIA en Vietnam del Sur, entre ellos los atroces asesinatos en masa perpetrados en My Lai.

Una cosa es organizar una conspiración durante un período tremendamente crítico de guerra, y otra muy distinta mantener y extender el dominio de la misma a lo largo de uno de aparente normalidad en tiempo de paz. Al final de la Segunda Guerra Mundial, conforme iban calmándose las cosas, los Rockefeller y la CIA se aplicaron a la tarea de ampliar su aparato. Mientras tanto procuraron infiltrar y acabar con ci antiguo orden, para transformarse en el núcleo duro de un nuevo imperio. [8]

El método de Tavistock —y de Rees—, consistente en librar la guerra de clases con «armas que, más que quitar la vida, afectan al estado de ánimo», se convirtió, durante la posguerra, en el principal objetivo de las fuerzas de Rockefeller, incluida su propia arma encubierta, la Agencia Central de Inteligencia.

En 1977, en una sesión del Church Committee en el Senado de Estados Unidos salieron a la luz ciertas actividades criminales llevadas a cabo por la Agencia Central de Inteligencia. Entre las revelaciones más reprobables se encontraba la de que la CIA llevaba veinticinco años experimentando en secreto con drogas que alteran la mente, la manipulación psicológica de las masas, el lavado de cerebro y las técnicas de tortura al estilo de Corea del Norte, con la rúbrica de la operación MKULTRA y otros programas. El New York Times publicó un artículo al respecto en primera plana y señaló que uno de los principales destructores de la mente de MK-ULTRA era el doctor West. El Times obtuvo un informe escrito por el propio West en el que defendía el uso del LSD para el control social. Dicho informe, según decía el periódico, rezaba lo siguiente:
«Este método, ya previsto por Aldous Huxiey en su obra Un mundo feliz (1932), tiene como objeto el uso selectivo de drogas para manipular de diversas maneras a los gobernados. De hecho, es posible que sea más cómodo y quizá más barato mantener al creciente número de "usuarios crónicos de drogas" (sobre todo de las alucinógenas) bastante aislados y también fuera del mercado de trabajo, con los millones de parados.
Para la sociedad, los habitantes de las comunas y las drogas alucinógenas probablemente resulten menos molestos —y menos caros— apartados, que dejar que expresen su alienación a través de protestas y disensiones políticas activas, organizadas y enérgicas.»
Tiempo atrás, es decir, poco después de la guerra, Rees pronunció un discurso ante un grupo de psiquiatras militares y civiles en Nueva York.
«Si nos proponemos actuar a las claras y atacar los problemas sociales y nacionales de hoy, hemos de contar con tropas de choque, es decir, con psiquiatras que la psiquiatría basada únicamente en las instituciones no puede proporcionar. Debemos tener equipos de psiquiatras que puedan moverse y establecer contactos en determinadas áreas y en su zona particular.» [9]
El objetivo primordial presente en todos los trabajos de Rees es desarrollar el uso de la psiquiatría como arma de la clase dirigente. El programa de veintidós puntos que confeccionó Rees para «aplicar los métodos militares a la vida civil», presentado en sus conferencias y que aparecieron en su libro The Shaping of Psychiatry by War, se convirtió en la biblia de los servicios secretos angloamericanos. En 1956, desde Viena, Rees, a través de la tapadera World Federation for Mental Health [Federación Mundial para la Salud Mental], la WFMH, y Frank Wisner, subdirector de la CIA y jefe de Operaciones Especiales, coordinaron la insurgencia contra el Gobierno popularmente conocida como la «Revolución Húngara». Más adelante volveremos a hablar del asunto.

Rees enfatizó el valor que tendrían las operaciones legales e ilegales que hicieran uso de la fuerza militar para introducir mejoras en las instituciones civiles. Una de esas operaciones encubiertas fue la red Die Spinne. Durante toda la guerra fría, se utilizó la red Die Spinne en una cruzada espiritual encubierta, organizada por las grandes empresas y la CIA, para hacer retroceder el Telón de Acero. Una de estas cruzadas fue la citada Revolución Húngara de 1956. En 1963, tras el asesinato de JFK, se abandonó el proyecto Die Spinne a favor de una política de «fascismo de rostro humano», defendido por elementos de la izquierda fascista como el Institute for Policy Studies.
«De las operaciones de la guerra fría, la revuelta húngara de 1956 fue la más famosa de las orquestadas por Die Sprnne. Entre un despliegue de operativos promovidos por el fabianismo británico y otros movimientos similares para desestabilizar los partidos comunistas de la Europa del Este, tras el discurso de "desestalinización" de Jruschev, las fuerzas especiales de la Organización Gehien, integrada por antiguos miembros de las Waffen SS y la división Brandenburg, invadieron Hungría de forma encubierta y se aliaron con los antiguos fascistas del Partido de la Cruz y la Flecha, empleados antes por los nazis durante la ocupación, para llevar a cabo una campaña de sabotajes y asesinatos. Fueron estos elementos los que formaron el núcleo de los denominados «Luchadores Húngaros por la Libertad".
»La estructura de mando se apoyaba en el diseño de hipótesis y la dirección de políticas del National Security Council, de la Foreign Intelligence Advisory Board [Junta Asesora de Inteligencia Exterior], el Hudson Institute y el Hoover Institute of War [Instituto Hoover para la Guerra].» [10]
Al final, la liberación de Hungría dirigida por la CIA fracasó porque, a la hora de la verdad, la Unión Soviética estaba dispuesta a emprender una guerra nuclear con tal de seguir teniendo el control de los Estados satélites. Los americanos, aunque afirmaban estar comprometidos con la liberación, no estaban dispuestos a librar una Tercera Guerra Mundial para lograr dicho objetivo. [11]
«Entre los nazis blanqueados para la posguerra a través de la Operación Sunrise y la Paperclip de Allen Dulles, estaba Paul Dickopf, Untersturmführer de las SS, quien sería jefe de la Interpol entre 1968 y 1972. La Interpol, Organización Internacional de Policía Criminal, se ocupa de los asuntos de terrorismo del proyecto Die Spinne.» [12]
Un dato poco conocido sobre la Interpol es que se pensó en crearla antes de la Primera Guerra Mundial y que fue fundada en 1923 por la Casa de Rothschild de Viena. Esta familia consideró que necesitaba contar con un organismo especial de
inteligencia que vigilara los intereses de los banqueros, que financiaban ambos bandos de la guerra. Con el fin de que las cosas no parecieran demasiado sospechosas, pidieron al príncipe Alberto I de Mónaco que invitase a abogados, jueces y agentes de policía de diversos países para que hablasen de cooperar en la lucha contra la delincuencia.

Pese a la abundancia de pruebas, a muchas personas todavía les resulta difícil aceptar que la CIA es una organización dirigida por los Rockefeller que, junto con el Instituto Tavistock, trabaja diligentemente para cambiar el paradigma de la
sociedad moderna. Si hemos de creer en los estatutos federales de Estados Unidos y otros mitos inventados para los crédulos, la CIA no es más que una agencia clave del Consejo de Seguridad Nacional que trabaja con diversos organismos de inteligencia, con el Departamento de Defensa, con el del Tesoro y con el FBI. Pero la realidad es muy distinta. El aparato de la CIA se ha infiltrado en todas las organizaciones clave, entre ellas grupos de expertos, universidades, organizaciones no gubernamentales y fundaciones. Por ejemplo, la mayoría de las principales universidades son en su totalidad de forma sustancial ramas de la CIA. En la Universidad de Michigan tenemos el ejemplo más notorio, el del Institute for Social Research [Instituto de Investigación Social]. Los miembros del TSR, que dicen que su trabajo es un «telescopio enfocado a la sociedad», [13] son notorios discípulos de John Rees y de Tavistock. Luego está el instituto «ruso» de Harvard, como el de Columbia, pero también el Departamento de Psicología de Harvard, que forma parte de una operación encubierta de la CIA, al frente del cual estuvo muchos años B. F. Skinnei otro psicópata de los de Rees, un psicólogo que afirmaba que los seres humanos no poseen mente alguna.

El Massachusetts Institute of Technology ha sido siempre un floreciente nido de actividad de la CIA. La Wharton School de la Universidad de Pensilvania, donde estaba Eric Trist, un fascista seguidor de Rees que dirigió una serie de proyectos sociales financiados por los Rockefeller. Cornell, Berkeley y Stanford son también importantes tapaderas de la CIA.

Al controlar a los gobiernos ya las principales fundaciones, la CIA no sólo ha logrado decidir qué programas se deben financiar, sino también controlar la selección de instructores que ocupan puestos determinantes y de honrados académicos que son apartados e invitados a jubilarse.

Luego está el caso del control que ejerce la CIA en las fundaciones privadas. Por ejemplo, la Fundación Rockefeller fue creada por la familia el 24 de abril de 1913. La declaración de intenciones rezaba irónicamente: «Promover el bienestar de la humanidad en todo el mundo.» Otra poderosa fundación controlada por los Rockefeller es la Fundación Ford, al frente de la cual se encontraba un esbirro de los Rockefeller y operativo de la CIA, McGeorge Bundy, de la familia Bundy de la CIA. Harvey, el padre de McGeorge, se casó con una Lowell, miembro de una de las familias más ricas de Estados Unidos, y después trabajó en el Departamento de Guerra a las órdenes de Henry Stimson. Tras ayudar a Stimson a redactar sus memorias, Bundy se reunió con Richard Bissell, quien había sido profesor suyo en Yale, entonces en Europa, para ayudarle a implantar el Plan Marshall. Cuando Bissell pasó a ser el jefe de Operaciones Especiales de la CIA, Bundy lo acompañó nuevamente. Más adelante Bissell se convertiría en director de la Fundación Ford y miembro del Council on Foreign Relations [Consejo de Relaciones Exteriores]. Es más, William Bundy, el hermano mayor de McGeorge, no sólo fue uno de los hombres más poderosos de la CIA, sino también miembro del Consejo (controlado por los Rockefeller) y editor de la revista Foreign Affairs del Council on Foreign Relations.

Los Rockefeller también están infiltrados en otra de las fundaciones más poderosas, la Carnegie Foundation. Los principales directores de la entidad llevan décadas en el Council on Foreign Relations, coordinado por los Rockefeller. Además, doce de los diecisiete miembros de la Junta de Miembros de Carnegie son también socios de diversas instituciones financieras de los Rockefeller, entre ellos Richard Beattie, presidente del bufete de abogados Simpson Thacher & Bartiett LLP, una notoria empresa pantalla de la CIA, y Susan Hockfield, presidenta del Massachusetts Institute of Technology.

Otra defensora de los Rockefeiler es la actual presidenta de la Carnegie Endowment for International Peace [Dotación Carnegie para la Paz Internacional], Jessica Tuchman Mathews, también miembro habitual de la poderosa organización Buderberg. Carnegie es un centro de investigación en política exterior relacionado con otros grupos y fundaciones de los Rockefeller, como la Fundación Ford, el Hoover Institute y el Hudson Institute. Marie-Josée Kravis, socia mayoritaria de
este último, también es miembro del grupo Bilderberg.

Cuando pienso en este capítulo, pienso en la Mona Lisa, o más bien en la sonrisa de la Mona Lisa. Su expresión es la de algunos hombres y unas pocas mujeres que toman parte de forma agresiva en la guerra psicológica contra la especie humana. Es la expresión maliciosa de hombres que cometen crímenes contra la humanidad. En este capítulo hemos exhumado el cadáver del artífice de Tavistock, John Rawlings Rees, y de varios de sus más fieles seguidores, hemos seguido el rastro del control de la mente y de los asesinatos rituales que aún hoy se cometen, y los hemos puesto a los pies de algunos de los maestros de marionetas más importantes de nuestro tiempo.

Hágase la luz, dijo Dios. La llave giró una vez, dos, tres. La puerta se abrió apenas con un crujido. Algo se movió. Una sombra. Y al punto desapareció. Tenemos las manos manchadas de sangre, y hay documentos que lo demuestran. Esto es historia. No se puede tener lo uno sin lo otro. Sangre. Documentos. Culpa. Inocencia. Conocimiento. Ignorancia. Frustración. Miedo. Y no se puede conocer la historia a no ser que se conozca el miedo. No se puede conocer la historia a no ser que uno sienta el pulso de la vida bajo los dedos, a no ser que uno tenga la oportunidad de mirar a las pistolas a la cara. A no ser que uno tenga ocasión de estar en las cárceles y en los campos de exterminio de otros países y sentir en la espalda la mirada de los informantes, los espías y los soldados...; y a la puerta misma de su casa, en el camino de entrada. La historia no consiste en estar ausente, sino en volverse ausente; en ser alguien y después desaparecer dejando un rastro. El resto son sólo anotaciones en los libros.

El mundo ha sido siempre así, por supuesto. Siempre ha estado dirigido por personas: supersticiosas, religiosas, temerosas, paranoicas, inquietantes, odiosas, asesinas. Eso no es nada nuevo. Pero en un momento concreto del siglo dimos un
paso adelante. Con JFK abrimos la Caja de Pandora y la caja negra de la conciencia humana. Levantamos la tapa y nos pusimos a hurgar dentro. Y dejamos monstruos sueltos por el mundo, monstruos que se alimentan de carne humana y que beben el néctar del alma del hombre.

Con lo que hemos visto aquí, uno llega a la conclusión de que no hay ningún sitio adonde ir, nadie de quien fiarse. Todo lo que sabemos lo vemos a través del prisma de una lente, frío y calculador. Porque ¿qué otra cosa es una cámara, sino un artilugio especial para transformar y ver nuestro mundo? Como podría decirnos cualquier fotógrafo que se haya metido debajo del paño negro y haya enfocado en su placa una porción del mundo, el elocuente espejo de la lente invierte el mundo y lo vuelve del revés, ópticamente, matemáticamente, de forma mágica. Cuando obligamos a los objetos a posar y los miramos a través de nuestra lente, creamos un mundo especial nuestro, y del paño negro emerge todo un conjunto de personajes que hicieron suyo el siglo XX: JFK, Rockefeller, Rees, los hombrecillos grises vestidos con trajes de franela y placas de la CIA, sus compañeros de Tavistock y nazis locos y repulsivos de todo pelaje. Aquí se juntan el Mago de Oz el programa MK-ULTRA. Vivimos en la época más anormal —incluso paranormal— que ha existido. Y a menos que hagamos caso de la realidad que subyace en el día a día y que seamos capaces de unir los puntos del dibujo, persistiremos en la negación.

Con JFK ¡al frente!, no nadamos en medio de coincidencias sino de mensajes subliminales, a través de los cuales existe la posibilidad de que todavía se estén recreando batallas míticas entre ángeles y demonios en la Tierra. Podríamos poner fin a este capítulo diciendo: «Ya no estamos en Kansas.» Por desgracia, podría decir yo, parafraseando a Mefistófeles: «Bueno, esto es Kansas. Y yo estoy aquí.»

Continúa aquí.

NOTAS

2. http://www.ctrl.org/essay2/RECL.html.
3.http://www. commoncause.org/site/Pp.asp?c=dkLNK1 -MQIwG&b=4860209.
4. Die Spinne, «How Rockefeller kept the Third Reich Alive», EIR, n.° 45, 8 de noviembre de 1976.
5.Ibid.
6. Christopher Simpson, Blowback, Weidenfeld & Nicolson, Londres, 1988.
7.Ibid.
8. «The Tavistock Grin», The Canipaigner, mayo 1974.
9.Ibid.
10.Ibid.
11.Die Spinne, «How Rockefeller Kept the Third Reich Alive», EIR, n.° 45, 8 de noviembre de 1976.
12.Christopher Simpson, Blowbacle, Weidenfeld & Nicolson, Londres, 1988.
13.Die Spinne, «How Rockefeller kept the Third Reich Alive», EJR, n.° 45, 8 de noviembre de 1976.
14.http://www.isr.umich.edu/home/about/.



martes, 9 de septiembre de 2014

Instituto Tavistock (V)

Viene de aquí.

Tavistock y la Perversa Alianza

Las dimensiones religiosas y místicas de la historia de Tavistock resultan cruciales para cualquier estudio sobre el interés que tenía el Gobierno de Estados Unidos, durante la posguerra, en el modo en que la psicología y la parapsicología
podían beneficiar a las agencias de inteligencia. Fueron Tavistock y su camarilla de científicos quienes primero revelaron los posibles usos que tenían las capacidades paranormales en las aplicaciones militares, y también los primeros en inventar sustancias químicas que estimulasen las capacidades psíquicas.

En dicha camarilla había hombres como el doctor Sidney Gottlieb, jefe del Equipo de Servicios Técnicos de la CIA, con oscuras relaciones, por un lado, con la Operación Paperclip... y, por el otro, con el asesinato de Kennedy.

Baste decir que alrededor del asesinato de Kennedy revoloteaba un denso enjambre de ocultistas, obispos errantes, agentes de inteligencia estadounidenses y científicos nazis. Todos de alguna manera se daban la mano con el presunto asesino de JFK, Lee Harvey Oswald. Todos hablaban de fantasmas, todos practicaban rituales mágicos, todos se agarraban de las manos alrededor de la mesa en una sesión de espiritismo o sacrificaban gallinas en un apartamento de Nueva Orleans. Y, en algunos casos, también eran miembros de la elite dirigente de Estados Unidos, de las familias más acaudaladas y mejor relacionadas de todo el país.

La CIA no fue la primera organización que afrontó la tarea de sondear la mente humana. Las operaciones Bluebird, Artichoke y MK-ULTRA se diseñaron para emular prácticas similares en la Unión Soviética y China, lo que en la prensa popular se denominó «lavado de cerebro». El juicio con fines propagandísticos que se le hizo al cardenal Mindszenty de Hungría constituyó una prueba fehaciente de que los comunistas habían conseguido inventar una técnica para alterar la conciencia de sus presos políticos; Otro ejemplo eran los soldados estadounidenses que regresaban a casa después de haber estado cautivos en Corea. La posibilidad de que tal vez existiera un misterioso método oriental para «nublar la mente humana» asustaba y a la vez entusiasmaba a los hombres de la CIA.

Con el fin de aprender tanto como fuera posible, encomendaron a científicos y profesionales de la medicina la tarea de averiguar cómo funciona la mente y, en concreto, la memoria. Y fueron topándose con prácticas de ocultismo, demostraciones de capacidades psíquicas y técnicas de control mental de los yoguis, los chamanes y los curanderos. Estaba claro que tenían delante un mundo de control mental que merecía la pena explorar, y que dio lugar a algunos de los proyectos más extraños jamás financiados por el Gobierno de Estados Unidos.

En combinación con el trabajo desarrollado por Lewin, Trist y Rees en Tavistock, aquellas drogas, técnicas espirituales y pruebas de laboratorio abrieron una Caja de Pandora repleta de sufrimiento, violencia..., y puede que hasta redención, mediante la transformación: la Caja Negra de la conciencia. En este caso, Tavistock, el principal instituto del mundo en lo que a lavado de cerebros se refiere, estaba siguiendo, sin saberlo, los pasos de los magos, los hechiceros, los gurús y los seguidores de sectas de todos los rincones del mundo. Sin embargo, había una diferencia.

Sin significado, la experiencia carece de contexto; no hay forma de integrar el material en la composición psicológica de una persona. El director de Tavistock, el general de brigada John Rawlings Rees, no sentía interés por el significado, ni tampoco Lewin, Trist ni Adorno. No era su trabajo. El trabajo de ellos consistía en abrir la mente a una manipulación rápida y fácil, no en promover la integración espiritual ni psíquica, ni lo que Carl Jung denomina «individuación». Su tarea consistía en crear asesinos, convertir agentes, interrogar a prisioneros, obtener información y manipular la conciencia. Lo de salvar las almas era para los curas.

La CIA y las sectas satánicas, la mitología de finales del siglo xx es de una coherencia sorprendente aun cuando la máscara sea otra según el caso, de una presunta víctima a otra. Por supuesto, la CIA sí que existe; sus programas de control de la mente, desde Bluebird hasta Artichoke y MK-ULTRA, son de conocimiento público. Su historial de asesinatos políticos y de derrocamiento de varios gobiernos extranjeros también es conocido por todos. Las sectas satánicas, o tal vez debiéramos moderar ese apelativo y llamarlas «sociedades secretas ocultistas», también existen y son de conocimiento público; sus intentos de establecer contacto con espíritus superiores por medio de rituales arcanos también están bien documentados y son bien conocidos.

Si a todo esto sumamos las actividades de espionaje, ya tenemos una perfecta ensalada formada por paranoia, poder y prestigio, que mezcla trabajos secretos del gobierno en cuestión con rituales secretos y la manipulación de esas fuerzas siniestras que hemos estado observando. El secreto apretón de manos que se dan la secta y el código secreto de la agencia de inteligencia; ambos evocan ese poder de relación que se encuentra fuera del alcance de los seres humanos corrientes.

Los agentes de inteligencia y los miembros de las sectas tienen mucho en común. El secretismo es un estilo de vida tanto para el espía como para el hechicero; los dos utilizan códigos y nombres en clave; los dos fingen tener acceso a misterios que resultan inaccesibles para el público general; los dos afirman ser capaces de influir en lo que sucede lejos de ellos con sus capacidades especiales y con su poder. Los dos están especializados en manipular la realidad; los dos son conscientes de que las cosas no siempre son lo que parecen; y son despiadados y, con frecuencia, amorales o inmorales cuando persiguen sus objetivos.

Y cuando una persona es capaz de manipular la percepción de la realidad con tanta facilidad, termina comprendiendo que la Verdad, en sí misma, es un objeto maleable. De modo que era lógico que el seguidor de la secta y el espía gravitasen el uno hacia el otro e intentasen aprender mutuamente.

Este control de la realidad, de la percepción de la realidad y de la creación de una «realidad consensuada» es una poderosa herramienta política. Y lo es desde la Antigüedad, cuando los hechiceros eran capaces de hacer ver que creaban eclipses de sol simplemente sabiendo cuándo iba a tener lugar uno, y actuaban en consecuencia. Para controlar y manipular la realidad de las masas se emplea lo que se conoce como guerra psicológica.

Y de controlar la percepción que tiene una persona de la realidad a conseguir que dicha persona actúe en función de ella, no hay más que un paso.

La CIA y Tavistock estaban abriendo una Caja de Pandora repleta de fuerzas demoníacas: la caja negra de la conciencia. Las técnicas eran, entre otras, el uso de drogas, diversas formas de hipnosis y medidas aún más extremas como las que adoptó el doctor Ewen Cameron en Montreal. Procedimientos conocidos como «inducción psíquica», que consisten en celebrar sesiones de privación sensorial drástica, por el afán de borrar totalmente la conciencia y grabar una nueva sobre la antigua, del mismo modo que grabamos cosas nuevas en una cinta de casete usada. Es la historia del Frankenstein moderno de nuestros días, de un laboratorio abarrotado de Frankensteins y de los monstruos que fabrican éstos, monstruos que
están andando por las calles de nuestras ciudades. La complejidad de la experiencia humana es tal, que sólo podemos preguntarnos qué mecanismos iniciadores existen en nuestro entorno —en la televisión, en los periódicos y en las revistas, y hasta en Internet— que sugieran a esas víctimas, modos de conducta que son peligrosos para ellas mismas y para nosotros.

Sería sólo cuestión de tiempo que quienes investigaban el control de la mente empezasen a examinar lo que hacían los ocultistas, los magos, las brujas, los sacerdotes de vudú y los chamanes de Siberia, a fin de aislar las técnicas que venían utilizándose desde tiempos inmemoriales para suplantar la conciencia de una persona, la habitual, la de todos los días, y sustituirla por una poderosa personalidad alternativa omnisciente, en ocasiones violenta y siempre engañosa, y utilizarla para desvelar cómo actúa la memoria profunda. Porque el programa MK-ULTRA fue en el fondo un ataque a la Tierra de la Memoria; la creación de memorias nuevas, falsas memorias, y la erradicación de las antiguas porque eran peligrosas.

A efectos de inteligencia, en la búsqueda de la perfección, lo que se requería de MK-ULTRA era que fuese capaz de manipular la memoria. Pero al explorar la mente y desarrollar técnicas para descubrir sus secretos, la agencia se metió sin querer en áreas que llevaban miles de años siendo territorio de la religión y del misticismo. Cuando la CIA incorporó al programa el uso de drogas y excéntricas técnicas de privación sensorial, ya teníamos todos los elementos que integran una experiencia ocultista seria. Cultos tan dispares como los misterios eleusinos de Grecia, la doctrina tantra de la India, el chamanismo de Siberia, el chamanismo de los nativos americanos, el taoísmo de China, la cábala judía, y hasta el fenómeno relativamente moderno de la magia ceremonial que tiene lugar en Europa, representada en el siglo XX por la Aurora Dorada, el OTO y personajes como Aleister Crowley. Tal como han demostrado mitólogos como Carl Jung, Mircea Eliade y otros, existe una gran similitud «tecnológica» entre estos misterios, y hay razones para que así sea.

Las doctrinas y los métodos arcanos de una ciencia desechada constituyen el núcleo de este estudio, ya que desvelan los mecanismos mediante los cuales la sociedad en general, y las personas en particular, han sido manipuladas por fuerzas que escapan a su comprensión.

Magia había cuando MK-ULTRA inició la búsqueda de los secretos de lo paranormal y entrevistó a brujas y magos de Estados Unidos y de otros países. La magia ceremonial comienza con la premisa básica, que en ocasiones se formula mediante el axioma hermético de «Como es arriba, es abajo», una frase sencilla que no presagia nada bueno. Los magos están convencidos de que entre los fenómenos percibidos existen conexiones o vínculos, y de que si se actúa en un extremo de dicho vínculo se provoca un cambio en el otro. Los magos se mueven en el mundo de la «no-localidad», un mundo donde la fuerza puede ser un objeto, una onda puede ser una partícula, y todo está en comunicación inmediata con el resto.

El mago maneja los hilos rodeado por un aura de abnegación, un aura creada por la ciencia de Newton, puesto que la ciencia estipula que lo que hace el mago es imposible, que es resultado de la superstición y de la ignorancia. «No existe eso que se llama mafia», afirmó J. Edgar Hoover, director del FBI. Y los capos se partieron de risa.

Control mental y magia: no están muy lejos el uno de la otra. Así pues, el mago es de pronto interrogador e interrogado; él es el encargado de manipular y controlar el entorno, pero no para causar el efecto en otra persona, sino en él mismo. Lo que ha hecho la CIA en su manual de interrogatorios —en sí mismo el producto de MK-ULTRA— es apartar al mago del fin último de todo ocultismo, que es la perfección espiritual y la conciencia elevada, y en lugar de eso concentrar todos los poderes de las técnicas ocultas en un sujeto que no está ni predispuesto ni informado, con el fin de manipularlo a él y a su entorno, de cambiarlo y transformarlo en algo que sea de mayor utilidad para los interrogadores y de peligro mortal para su propia gente. Dicho en la jerga del ocultismo, es magia negra; y magia negra al servicio del Estado.

Se habían abierto las puertas de la percepción, pero no sólo gracias a drogas como la mescalina, el LSD y la psilocibina, sino también gracias a las sesiones de espiritismo, de los chamanes y el ritual secreto. Todas esas prácticas se habían convertido en herramientas de intercambio entre elementos de la CIA, y al atacar con ellas la memoria y la conciencia se abrieron las puertas de la percepción pero, en vez de dejar entrar la Luz, dejaron salir la Oscuridad. Las drogas, el chamanismo y lo oculto. Los siniestros territorios de Charles Manson, de John Rawlings Rees, de los médicos nazis, de Hollywood y de la industria musical, de las sesiones de iniciación de la CIA y del M16. Con el movimiento psicodélico, perturbaron el sueño de antiguas fuerzas. El mundo ya nunca volvería a ser el mismo.

ELIMINAR MEDIANTE LA ILUMINACIÓN

La guerra psicológica, a pesar de existir desde hace siglos, fue un «descubrimiento» durante la Segunda Guerra Mundial. Corea, Filipinas, Vietnam, África, Oriente Próximo, América Latina. La lista de operaciones de guerra psicológica es larga y, en su mayor parte, secreta. Vistas de una en una, estas operaciones de guerra psicológica puede que tuvieran una sucinta finalidad política, definida e identificada por hombres anónimos vestidos con traje de franela gris que se mueven por los pasillos del poder, o bien por presidentes y asesores de seguridad nacional para alcanzar sus objetivos ocultos. Pero fueron,
además, manifestaciones de algo más profundo, de una guerra espiritual, una guerra entre distintas maneras de ver el mundo, una guerra que aún hoy estamos librando, sin darnos cuenta, en la segunda década del siglo XXI.

En 1964 ya se aceptaba que el uso de temas y rituales ocultos formara parte de la planificación de la guerra psicológica. La Special Operations Research Office [Oficina de Investigación de Operaciones Especiales] de la American University de Washington preparó un informe a petición del Ejército estadounidense titulado «Brujería, hechicería, magia y otros fenómenos psicológicos, y sus implicaciones en las operaciones militares y paramilitares efectuadas en el Congo». Dicho informe fue escrito por James R. Price y Paul Jureidini. La American University no era ajena a las investigaciones de la guerra psicológica, dado que en 1950 había visto establecerse allí el Bureau of Social Science Research [Buró de Investigación de Ciencias Sociales]. Los estudios que llevó a cabo sobre la guerra
psicológica en África fueron financiados por el Human Ecology Fund [Fondo para la Ecología Humana], una organización pantalla del programa MK-ULTRA de la CIA.[1]

Entre quienes participaron en la investigación había nazis que el año anterior habían escapado a Estados Unidos como parte de la Operación Paperclip. La relación existente entre lo oculto y los nazis no debería sorprender a nadie que entienda que los nazis de más alto rango estaban contaminados de un paganismo sucedáneo y del ocultismo popular de la Sociedad Thule (en alemán Thule-Gesellschaft), asimilados por las SS en procesiones con antorchas y cánticos rúnicos.

Continúa aquí.


NOTAS

1.Christopher Simpson, «Science of Coercion: Communication Research & Psychological Warfare 1945-1960», Oxford University Press, Nueva York, 1994.